El cuarteto celebra su día con historia y alegría

El 4 de junio no es una fecha cualquiera para quienes disfrutan de la buena música y los bailes populares: es el Día del Cuarteto, ritmo inconfundible que desde Córdoba conquistó corazones en toda la Argentina. ¿Por qué exactamente se eligió este día para homenajear al género? La respuesta nos lleva directo al año 1943 y a un grupo revolucionario: el Cuarteto Leo.

Todo comenzó en aquel lejano 4 de junio de 1943, cuando los músicos del Cuarteto Leo, con Leonor Marzano al frente, se subieron al escenario del auditorio de la radio LV3 (hoy Cadena 3) y provocaron una revolución musical. Su «tunga-tunga» era una mezcla atrapante de tradiciones traídas por los inmigrantes europeos, pero con una energía bailable nueva y contagiosa. Nadie se imaginaba que ese pequeño gran show sería el punto de partida para un género que haría vibrar a multitudes.

Lo que siguió es historia pura: el cuarteto pronto se volvió emblema cordobés y escuela de grandes artistas, desde «El Potro» Rodrigo hasta el inagotable Carlos «La Mona» Jiménez. El género rompió las fronteras de su provincia natal y se convirtió en parte indispensable de fiestas, reuniones y hasta canchas de fútbol en el Chaco y más allá.

El reconocimiento llegó también por parte de las instituciones: en 2013, el Concejo Deliberante de la capital cordobesa declaró al cuarteto como «patrimonio cultural» de la ciudad y animó a que las escuelas municipales enseñen su historia en las aulas. Esta iniciativa formó parte de los festejos por los 440 años de Córdoba, reforzando el compromiso de transmitir este ritmo de generación en generación.

El Día del Cuarteto, impulsado por la Secretaría de Cultura de Córdoba, es mucho más que una fecha: es un llamado a seguir bailando, cantando y compartiendo lo nuestro. Porque el cuarteto es alegría, es identidad y, sobre todo, es fiesta para todos, desde Córdoba hasta el norte chaqueño.